El invento pertenece al Dr. Edwin Land, quien creó esta nueva técnica en 1944, a raíz de que su hija se quejara del tiempo que debía aguardar para ver las fotografías de sus vacaciones.
A este proceso, también se lo conoce como fotografía seca. El revelado se hace fuera del laboratorio y en apenas 60 segundos, empleando película de revelado instantáneo. Un sobre con el producto revelador acompaña cada hoja de papel fotográfico y se rompe luego de la exposición. Es necesario agitar la lámina para que el revelador se esparza uniformemente por toda la superficie del papel. El tamaño de la fotografía instantánea está determinado por el tamaño de la cámara. En el año 2007, Polaroid dejó de fabricar su cámara instantánea frente a las cámaras digitales. Recientemente, la empresa lanzó un nuevo producto, una cámara digital con una impresora fotográfica incorporada. Esta es la versión digital de las antiguas cámaras instantáneas.
Al igual que sus antecesoras analógicas, las cámaras digitales instantáneas, proporciona fotografías en papel de 5×7,5cm en pocos minutos. La calidad de las fotos obtenidas no es lo deseable, pero en estas cámaras, lo que más importa es la capacidad de imprimir al instante.
La cámara cuenta con una pantalla de tres pulgadas y algunas funciones de edición básicas. La impresora utiliza un papel fotográfico especial, que ofrece la posibilidad de que su parte trasera sea adhesiva.
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